26/01

Lo recuerdo perfectamente. Era una noche como la de hoy, sólo que un año atrás. Llovía de vez en cuando, hacía un frío a rabiar, además recuerdo como en más de una ocasión me tapaste con una manta para abrigarme mientras te cambiabas. Fue un día espectacular, habíamos caminado y andando por calles que casi no conocíamos. Habíamos subido cuestas casi sin aliento y habíamos visto paisajes inmejorables. Acabábamos de llegar de comprar fruta, mandarinas y algo de chocolate. Se juntaron los nervios, las palabras y las prisas, pero fue fascinante. Yo rebosaba de nervios y tú de experiencia, pero nunca me había sentido como me sentí en ese momento.